Cómo la Técnica de MT puede ayudar a detener la adicción a la comida – Una entrevista con la Dra. Pam Peeke

Linda Egenes, 16 de octubre 2012 Pam Peeke, MD, MPH, FACP, es la exitosa autora del New York Times reconocida por los bestsellers: Body-for-Life for Women, Fight Fat after Forty, and Fit to Live. La Dra. Peeke es una referencia académica en nutrición y metabolismo, profesora clínica asistente de medicina en la Universidad de Maryland, miembro del Colegio Americano de Médicos y una experta reconocida a nivel nacional en materia de nutrición, acondicionamiento físico y salud pública. Ella es una experta de WebMD, presentadora de la serie de Discovery Health Channel, Could You Survive y portavoz de la American College of Sports Medicine’s Exercise is Medicine global initiative. Su último libro, The Hunger Fix: El Plan de desintoxicación y recuperación en tres fases para quien Come en exceso y tiene Adicción a la Comida (Rodale), un bestseller del New York Times lanzado en El show de Katie Couric, explora la nueva ciencia cerebral subyacente a la adicción a la comida y ofrece paso a paso un plan de desintoxicación y de recuperación para volver a orientar el cerebro hacia una alimentación saludable. Aquí habla sobre el valor de la técnica de Meditación Trascendental para el fortalecimiento de la corteza prefrontal para superar la adicción a la comida, un tema que también aborda en su libro.

The Hunger Fix

P: ¿Qué la motivó a escribir The Hunger Fix?

Dra. Peeke: Durante años he escuchado a mis pacientes, refiriéndose a sus problemas de alimentación, utilizando un vernáculo de fármacos. «Necesito otro apoyo,» decían, «La privación me está matando», o «tengo que comer un poco más.» En el fondo de mi mente y la de mis colegas, nos preguntábamos si no había una adicción subyacente.   Por aquel entonces apareció algo científico convincente que sugería un vínculo entre comida y adicción. Pero necesitaba más. Esperé con cierta impaciencia hasta que hubo una masa crítica de datos neurocientíficos y luego escribí el libro para traducir esta información innovadora para la gente de una manera comprensible que pudiera ayudarlos. La primera parte de la nueva ciencia presentada en el libro – basada en las investigaciones del NIH (Instituto Nacional de la Salud) de la Dra. Nora Volkow, directora del National Institute of Drug Abuse y otros – es un verdadero cambio de orientación: La adicción a la comida es un hecho. Por lo demás, en el Weight of the Nation, conferencia en Washington DC el pasado mes de mayo, Kathleen Sebelius, Secretaria de Salud y Servicios Humanos afirmó en su discurso inaugural, «La obesidad puede ser causada por una combinación de factores. Para algunos es una adicción como el hábito de fumar”. Ha sido la primera declaración en ese sentido de un funcionario del gobierno de tan alto rango. The Hunger Fix es un cambio de orientación. Ya no se va a imponer a la gente un enfoque de “talla única” igual para todos para el control del peso y el bienestar. En su lugar se ha descubierto ahora una nueva categoría de personas, los que tienen un problema con la comida y la adicción, los cuales necesitan un enfoque más personalizado e individualizado para su problema.

P: ¿Cómo algo tan natural y necesario como la comida se convierte en adictivo?

Dra. Peeke: No hay una sola cosa que hagamos que no implique algún tipo de recompensa. Algunos beneficios son obvios, como «Vamos a ver esa hermosa puesta de sol.» Otra recompensa obvia es la dicha que siento cuando hago MT. Las recompensas impulsan el comportamiento y las acciones. Y si no tuviéramos ciertas recompensas, como el sexo y la comida, no estaríamos aquí hoy. Para sobrevivir tenemos que procrear y tenemos que comer. La comida está destinada a ser agradable al paladar, gratificante y placentera. Nos encanta la suavidad de la grasa y consumirla nos ayuda a sobrevivir en tiempos de hambruna. Este sistema de recompensas y los primitivos mecanismos de supervivencia han estado trabajando muy bien desde hace miles de años.

Entonces sucedió algo: cambiamos el suministro de alimentos. Las compañías de alimentación quisieron ofrecer productos para una población en masa y con el fin de hacer eso fabricaron, refinaron y procesaron los alimentos – y al hacerlo nos pusieron cada vez más lejos de los alimentos naturales. Entonces aparecieron en los estantes cantidad de lo que yo llamo «proyectos de concursos de ciencias,» productos-alimentos que contenían sustancias químicas y conservantes para mantener los alimentos no perecederos. Más importante aún, estos productos también estaban cargados de azúcar, grasa y sal, los «potenciadores del sabor» para aumentar la recompensa y el placer derivado de consumirlos. A todos nos gustan las golosinas -mi abuela hacía algunas galletas “asesinas” de avena con pasas que aún hoy en día puedo saborear. Tan solo las hacía en ocasiones especiales en las que se tomaba la molestia de prepararlo todo desde cero. Yo no me atiborraba de esas galletas a todas horas. Una exquisitez está destinada a ser consumida ocasionalmente y saborearla y disfrutarla completamente. Además no eran demasiado dulces ni cubiertas de glaseado y goo. Eran simplemente unas viejas galletas de avena, pero se las consideraba una delicatesen.   En el centro de recompensa del cerebro, el neurotransmisor del placer-recompensa, dopamina, se segregó cuando comí esa primera galleta de avena. Y una vez que pruebas el agua, nunca más la olvidas. Así que cuando mi abuela decía que iba a venir con galletas de avena ni siquiera tenía que comerlas. Esa simple señal -sabiendo que las galletas de harina de avena se dirigían hacia mí- era todo lo que necesitaba. Mi centro de recompensa se iluminaba como Kyoto en la noche. La investigación actual nos demuestra que en realidad es el momento previo, no el de consumo, el que produce los niveles más altos de dopamina. La propia anticipación es la que proyecta luz sobre nuestro centro de recompensa.

¿Ahora, que pasa si añado más grasa y más azúcar, como en un Ho-Ho o una magdalena? Después de probarlo es visto por mi cerebro como un potenciador del sabor -esa combinación de super-dulce, super-almidón o super-salado- pasó sobre las galletas de avena de mi pobre abuela. Mi centro de recompensa queda secuestrado por estos productos alimenticios super-agradables. Mi cerebro puede estar bien con una vez por semana de una combinación controladas de azúcar y grasa una vez por semana. Pero qué pasa si estas delicias potenciadas de sabor están ahora disponibles 24/7 y están omnipresentes y tan baratas que son accesibles a todo el mundo en todos los niveles económicos? En algunas personas la exposición repetida a estos alimentos da lugar a una sensación de estar fuera de control, a menudo conduce a comer en exceso y a veces a los atracones. Aconsejaría a todos examinar la nueva Escala de Adicción a la Comida de Yale para comprobar su propia relación entre la alimentación y la adicción. Yo apostaría a que la mayoría de la gente de “cualquier talla” tiene algún problema debido al entorno en el que vivimos y trabajamos.   Muy bien, así que volviendo a mi cerebro. ¿Qué sucede si estoy sobreexpuesta a estos potenciadores del sabor?

La respuesta es que esta exposición excesiva resulta en cambios orgánicos en el cerebro – exactamente los mismos cambios que ocurren con la adicción. En primer lugar, el cerebro no puede manejar el tsunami de dopamina. Sobre-estimulado y desestabilizado orgánicamente el mecanismo de supervivencia primario que nos protege de esta ola de dopamina desencadena en una regulación a la baja (disminución del número de receptores de dopamina), de modo que no se puede percibir la sobre estimulación. Luego se siente algún tipo de recompensa pero no los niveles de antes. Esa es la buena noticia. Esta es la mala noticia. Al reducir el número total de receptores de dopamina, de hecho se experimenta mucho menos placer y recompensa cuando se consumen estos potenciadores del sabor. Esto impulsa a buscar más y más para saciar esa sed de «euforia» que normalmente viene de ese alimento. Pero se convierte en el picor que no se puede rascar. Se necesita más y no se puede alcanzar el nivel de recompensa que se está buscando desesperadamente. Así comienza el ciclo vicioso clásico de la adicción a cualquier cosa, ya sea en alimentos, drogas o alcohol.

Nuevo Libro de Pamela Peeke

P: ¿Cuál es el papel de la corteza prefrontal (CPF) en la adicción?

Dr. Peeke: La corteza prefrontal (CPF) es el director ejecutivo (CEO) del cerebro -la parte del cerebro que controla las tres I en las adicciones: impaciencia, irritabilidad, e impulsividad. La Drª. Volkow del NIH también se refiere a la CPF como el «freno de cerebro» porque nos ayuda a decir «no» cuando es necesario y mantiene la vigilancia para mantenernos al día con los estilos de vida saludables. Nos ayuda a ejercer la voluntad, así como la capacidad de decir «no», cuando nos esforzamos por decidir entre «sí» o «no» en nuestras elecciones de estilo de vida.   En las personas con adicciones la corteza prefrontal CPF está dañada y deteriorada. Esto se ha observado en fRMI y TPE, estudios de exploración en los que podemos ver claramente la desactivación de la CPF y las áreas orbito-frontales del cerebro cuando alguien está en un estado de adicción activa. Los revolucionarios estudios realizados por los neurocientíficos como Gene-Jack Wang, del Laboratorio Nacional de Brookhaven han establecido las bases para la comprensión de cómo cualquier adicción, incluida la de los alimentos, afecta a la CPF. Así que cuando el director general del cerebro se ve afectado por la adicción, la moderación es un punto discutible. No se puede pedir a alguien que se modere cuando se encuentra en un estado de adicción activa. Con una CPF deteriorada no se pueden tomar decisiones correctas. Es importante señalar aquí que el conocer que se tiene un problema con la alimentación y la adicción no es una excusa para no hacer nada. Por el contrario, iluminado con este nuevo conocimiento se deben tomar medidas para bajar los potenciadores del sabor y saturación que conducen a la pérdida de control y aprender cómo vivir para toda la vida sin ellos. Si su centro de recompensa ha sido secuestrado, la solución es recuperar su cerebro mediante el uso del cerebro, en concreto la CPF. Es imprescindible a través del programa de desintoxicación y recuperación, fortalecer y realmente desarrollar un cerebro más inteligente para que le oriente y mantener esa importantísima vigilancia diaria. Así es, como con todas las adicciones, un desafío. La adicción a la comida es más difícil que otras adicciones porque vivimos virtualmente en un campo de minas lleno de señales para comer alimentos con potenciadores del sabor. Es por esto que es tan importante potenciar la CPF.

P: ¿Cómo se hace eso?

Dr. Peeke: Lo más importante que hacemos para aumentar la función PFC es la meditación. Cuando leí acerca de la técnica de MT en el libro de mi amigo Norman Rosenthal, Trascendencia, me quedé sorprendida de la investigación.   Debido a que nadie había mirado la adicción a la comida antes hice un par de proyectos piloto utilizando a las personas con adicción a la comida como sujetos. Me encontré con que la práctica de MT tuvo una profunda influencia en la capacidad de mantener la vigilancia y la calma. Además también ayudó a la gente a hacer una cosa muy difícil de conseguir en la adicción, que es adaptarse al estrés de la vida sin tener que recurrir a la auto-destrucción. Las personas con tendencias adictivas tienen problemas para adaptarse a las tensiones de la vida sin caer en su adicción. La MT les ayuda a mantenerse en el camino mediante el aumento de la CPF. La gente tiene que hacer frente cada día a las señales de los alimentos y la tentación y con la MT les estamos dando una herramienta mental de gran alcance. A menos que vivas una existencia Thoreau, las señales abundan y hay que tener el cerebro más poderoso posible para pasar de largo.

Los neurocientíficos han observado la activación de la CPF durante la práctica de MT y se da una amortiguación de la respuesta de lucha y huida en el cerebro. Esto es ciencia sólida que demuestra el poderoso efecto de la MT en la función de la CPF. Uno no puede hacer esto sin meditación. He dejado eso muy claro en mi libro. En mi estudio, el grupo MT encontró mucho más fácil decir «no» cuando se enfrentaban a las señales. De hecho, lo que encontraron fue que la felicidad, la calma, la paz se convirtía en la recompensa. Ellos estaban haciendo una desconexión desde correcciones falsas (los potenciadores del sabor) por soluciones saludables. También se dieron cuenta de que la meditación tenía que convertirse en una parte integral de sus vidas -no un pequeño extra cuando ellos pensaron que era una buena idea. Y cuando lo hacían con regularidad, cuando su CPF se optimizó, su capacidad para frenar la impulsividad y permanecer controlados fue mucho mayor. Se acababa de hacer más fácil para ellos en todos los sentidos.

P: En su libro usted habla de los tres pilares de la solución al hambre: la mente, la boca y los músculos. ¿Qué pasa con los otros dos -boca y músculo?

Dr. Peeke: El libro te enseña cómo luchar directamente con los potenciadores del sabor. Tienes que retirarte un poco, pero hace que sea más fácil cambiar los antojos de carbohidratos por el consumo de combinaciones de proteínas y fibra, al comer cada tres o cuatro horas y mediante el uso de recetas que componen alimentos enteros, la comida sabe tan bien como los potenciadores del sabor. En cierto modo nuestro programa nutricional, que destaca alimentos que forman la dopamina, actúa un poco como la metadona-ayudar a la gente a desintoxicarse suavemente de sus insanas costumbres y hacer una transición a costumbres sanas. En cuanto a la parte de «músculo», presentamos los extraordinarios datos demostrando que cuando usted está físicamente activo -olvida los Juegos Olímpicos aquí, estoy hablando de asumir la vertical y caminar todos los días- en realidad se induce la neurogénesis (aumento de más células cerebrales y nuevas vías) mientras que se disminuyen y a veces se eliminan los genes de alto riesgo. La actividad regular, por ejemplo, desactiva el gen más potente para la obesidad, el gen FTO, en un 40 por ciento. Así que usted no está condenado a una vida de obesidad y síndrome metabólico. Estás desarrollando un cerebro mayor, más inteligente y más enfocado al tiempo que mejoras la salud del cuerpo y el bienestar. Por eso también uno de los lemas de mi libro es Gran Cerebro, cintura pequeña. A mas despierta su CPF, más inteligentes sus decisiones.

P: ¿Es «la amortiguación del gen FTO» la epigenética?

Dr. Peeke: Sí. Todo mi plan en el The Hunger Fix se basa en la epigenética. En pocas palabras, la epigenética es un campo científico nuevo que probablemente va a ser el mayor cambio en el paradigma del siglo. Es un cambio de visión porque pensábamos que el ADN era nuestro destino, pero estábamos equivocados. Ahora sabemos que no importa que ADN heredaste cuando naciste –se puede modificar enormemente con el estilo de vida. Si usted nació con una tendencia genética hacia cualquier adicción o la adquirió de su entorno, puede alterar su propio destino a través de estilos de vida saludables. El ADN ya no es el destino. Cada estilo de vida es la elección que haga. Esa es la esencia de la epigenética.   Ahora los científicos han identificado cómo sus genes pueden «hablar» (eso se llama expresión genética) al resto del cuerpo de manera diferente. Para conocer instrucciones para construir un cerebro más grande. Para inducir neurogénesis, que es la creación de más células cerebrales. Para crear más vías neuronales y circuitos. Para poder operar sobre los viejos neurocircuitos adictivos. Al cambiar el estilo de vida hábitos de la mente, la boca, y el músculo -eres capaz de imprimir en su epigenoma, que se expresa a continuación, con el resto de su cuerpo y los resultados de estos cambios extraordinarios, que después se pasan a sus hijos. Aquí se ve como de poderoso es esto. Sus hijos heredan su estilo de vida. No estoy diciendo que puedes acabar con el hecho de que uno está predispuesto genéticamente a enfermedades del corazón, pero lo que puedes hacer es amortiguar ese gen. Estos nunca se van pero siguiendo este plan te ayudará a vivir más tiempo.

P: Como médico y líder en el campo de la vida saludable, le recomendaría la técnica de MT a todos, incluso a los que no tienen trastornos alimenticios?

Dr. Peeke: Absolutamente -lo ideal es construir una base sólida para desarrollar el más poderoso cerebro posible. Cuanto más inteligente seas, más vigilante estés, mejores serán tus decisiones y mejor la composición de tu cuerpo y más óptima será tu salud y bienestar. No importa cuánto peses, vas a estar más sano y vas a tomar mejores decisiones por ti mismo. Yo recomendaría MT para cualquier persona de cualquier edad para que puedan regalarse a sí mismos la experiencia de la trascendencia, la integración cerebral, un funcionamiento más óptimo del cerebro. Y con la posibilidad de ser recompensados con la felicidad, la calma y la expansión de la mente que uno experimenta cuando hace MT. Esa es la solución más saludable de todas, porque eso le ayudará a dirigirse hacia otros puntos de referencia más sanos.

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