Dirigiéndose a la causa básica de la depresión
Las mujeres sufren de depresión dos veces más que los hombres. Se ha demostrado que esta estadística es verdadera, no sólo para las mujeres estadounidenses, sino para las mujeres de otros once países también. Esta elevada estadística de depresión en las mujeres se produce independientemente de la raza y origen étnico o de la situación económica.
¿Puede la depresión en las mujeres prevenirse y tratarse? Por supuesto que sí, pero tenemos que desplazar nuestra forma de pensar, de los medicamentos o la terapia verbal, hacia soluciones más viables. Tenemos que hacer este cambio debido a que aproximadamente la mitad de todas las personas tratadas por depresión con sólo los métodos convencionales de tratamiento (medicamentos y terapia verbal), no muestran prácticamente ninguna mejora. Además, de todos los estadounidenses que sufren un importante episodio depresivo durante su vida y usan sólo medicamentos y terapia verbal para hacerle frente, el 50 por ciento tendrá un episodio recurrente. El setenta por ciento de las personas que experimentan un segundo episodio es probable que tengan un tercero.
Parece que las pastillas y el hablar no se dirigen de la causa básica de la depresión.
Con el fin de prevenir y tratar la depresión es necesario utilizar una técnica que saque y arranque las raíces entrelazadas de la enfermedad. Estas raíces son creadas por el estrés, que puede ser activado por una predisposición genética, por situaciones individuales y por las dificultades que origina la vida cotidiana.
El estrés es, básicamente, «suciedad» en el sistema nervioso, que bloquea el flujo de la energía vital. Es como las malas hierbas en el jardín. Del mismo modo que quitamos las malas hierbas para permitir que las flores crezcan en libertad, se debe eliminar la tensión que bloquea el libre flujo de nuestra energía, inteligencia y creatividad.
Desenraizar estas profundas tensiones requiere un profundo reposo. Se ha demostrado que la técnica de Meditación Trascendental ofrece esta oportunidad, proporcionando el tipo de descanso que elimina el estrés de la mente, el cuerpo y el espíritu.
Durante la meditación, la fisiología se encuentra en un estado de profundo descanso, mucho más profundo de lo que es normal durante el sueño. Este estado profundo de descanso purifica el estrés del sistema nervioso y crea estabilidad y equilibrio. Los cambios continúan después de que termina la sesión de meditación.
La purificación del estrés del sistema nervioso afecta positivamente a la mente. Las personas que practican la meditación comienzan a despojarse de la negatividad, dejando espacio para los pensamientos y emociones positivas. Los practicantes de la meditación experimentan un aumento en la autoestima, la tolerancia, el orden mental y la autoconfianza. Esto es en parte porque la técnica de la Meditación Trascendental también revierte los efectos de la ansiedad, que se asocia con el deterioro del funcionamiento en casi todos los ámbitos de la vida: fisiológico, perceptivo-motor, intelectual y emocional.
En los últimos 50 años las mujeres han recorrido un largo camino hacia la igualdad. Con la práctica regular de la técnica de Meditación Trascendental podemos, en muy poco tiempo, cerrar la brecha de las estadísticas sobre nuestro mayor índice de depresión.
Nancy Leibler, Ph.D. es una psicoterapeuta, profesora y escritora que vive en Detroit, Michigan. Es autora del libro “Healing Depression the Mind-Body Way,” que está disponible en Amazon.com
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