Samadhi es el comienzo, no el final del Yoga
Este artículo es para las personas relacionadas con el yoga – para las multitudes que han vuelto a descubrir este antiguo y muy sofisticado modo de ejercitarse. Decenas de millones de personas han adoptado el yoga porque es más suave y amable con el cuerpo, sin embargo, divertido y desafiante, y eficaz en la promoción del estado físico general. La gente también aprecia el yoga por su efecto de asentar la mente. El ritmo pausado de la práctica del yoga y la concentración en los detalles concretos del estiramiento, el equilibrio, la respiración, ayuda a una persona a dejar atrás las preocupaciones de una vida ajetreada y disfrutar del momento presente.
A pesar de que practicar las posturas de yoga («asanas») puede ser muy agradable, muchos practicantes de yoga sospechan que podrían beneficiarse de su práctica a un nivel superior, al aprender a integrar aún más cuerpo, mente y espíritu a través de la experiencia de la meditación profunda. Hay una buena razón para la idea de que la meditación puede hacer del yoga, de algo bueno, algo aún mejor. Por un lado, casi todos los sistemas o las escuelas de yoga recomiendan la meditación, al menos teóricamente. Pero los estudiantes de yoga se desaniman a menudo respecto a la meditación, tal vez por el temor de que carecen de la disciplina férrea y la concentración de rayos láser que se supone esencial para el éxito.
Una de las razones que muchos asumen es que la meditación es difícil. Es un malentendido común respecto al sistema de ocho miembros o Ashtanga Yoga, propuesto en los venerados Yoga Sutras de Patanjali.
En el texto de los Yoga Sutras, los ocho miembros del yoga se presentan en el siguiente orden:
1) los cinco yamas o virtudes personales, como ahimsa o no violencia, y satya, la veracidad
2) los cinco niyamas o reglas de vida, incluyendo shaucha, purificación, y swadhyaya, estudio
3) pranayama, las prácticas de respiración
4) las asanas, las posturas de yoga
5, 6, 7,) las tres etapas de la práctica mental, pratyahara, dharana, y dhyana o meditación
8 ) Samadhi, la unión de la mente pensante ocupada en lo más profundo, el nivel más silencioso, el campo unificado de la consciencia, el Ser. Piense en una ola individual asentándose y experimentando el océano sin límites.
Sin embargo, a pesar de que Ashtanga se traduce como ocho MIEMBROS, y no como ocho PASOS o etapas, muchos han pensado que Patanjali quería decir que su enfoque en ocho partes debería practicarse sólo paso a paso, en orden secuencial, comenzando por las virtudes personales y las prácticas, para culminar en la meditación con el fin de obtener el samadhi.
Maharishi Mahesh Yogi creó un revuelo en la comunidad del mundo del yoga hace unos 40 años, cuando viajó por el mundo enseñando el programa de la Meditación Trascendental, fácil de aprender, técnica sencilla de traer la experiencia directa de samadhi. Maharishi estaba enseñando a cualquier persona interesada, aunque fuera completamente novata en el yoga. En Alemania, una delegación de yoguis llegó hasta Maharishi y le preguntó sobre esto.
Maharishi les dio la bienvenida y comenzó estableciendo una base común con ellos, sobre el respeto a la autoridad de Patanjali. Luego, sin embargo, explicó su opinión de que, debido al largo lapso de tiempo, lo que Patanjali decía se convirtió erróneamente en una mala interpretación. El orden del famoso yoga de Patanjali en ocho partes, dijo que se había convertido en lo contrario de lo que Patanjali había previsto. «Se entendía que la práctica del Yoga empezaba con yama, niyama (las virtudes seculares), y así sucesivamente», dijo Maharishi, «cuando en realidad se debe comenzar con el samadhi. El Samadhi no puede adquirirse mediante la práctica de yama, niyama, etc. El dominio de las virtudes sólo puede adquirirse mediante la experiencia repetida de samadhi.” En otras palabras, es un error pensar que la moral y el buen comportamiento son necesarios para alcanzar el samadhi. Maharishi dijo que, por el contrario, un buen comportamiento moral es el resultado de la experiencia de ese nivel más unificado y dichoso de la vida.
Por ejemplo, dijo Maharishi, que uno sólo puede progresar verdaderamente en ahimsa o no violencia, a medida que crece en la consciencia de que hay una unidad común en todas las cosas. Esta realidad unificada de la vida es una experiencia directa en el samadhi. Del mismo modo, dijo, asteya o la no codicia sólo puede lograrse verdaderamente, cuando uno se siente plenamente satisfecho, y la felicidad interior más estable llega de un modo natural a través de repetidas experiencias del campo de la dicha eterna en la consciencia de samadhi.
Consciencia de bienaventuranza: este es el nivel más alto al que se supone que el yoga nos conduce. Yoga significa unión. Una de las definiciones del yoga es la unión de cuerpo, mente y respiración. Aunque esto solo puede dar buenos resultados, hay un nivel más alto de significado: la unión de la mente pensante, o el pequeño yo, con el gran Yo, la inteligencia cósmica. El resultado de esto, según los Yoga Sutras, es auténtica bienaventuranza.
Al comentar sobre la experiencia de unión con el Ser a través de la meditación, Maharishi dice: «La intensidad de la felicidad está más allá del superlativo. La felicidad de este estado elimina la posibilidad de cualquier dolor, grande o pequeño. En la luz brillante del sol no puede penetrar ninguna oscuridad; no hay dolor que pueda entrar en la consciencia de bienaventuranza, ni la consciencia de bienaventuranza conoce nada superior que pueda ganarse más allá de ella misma. Este estado de autosuficiencia lo deja a uno firme en sí mismo, lleno de alegría eterna.» (De la traducción y comentarios sobre el Bhagavad-Gita de Maharishi, 6:20)
Volviendo a por qué la gente podría pensar que este proceso natural, feliz, podría ser difícil, por desgracia, tal como la meditación se suele enseñar, esta impresión es muy certera. Patanjali define el yoga como «el asentamiento completo de la mente» (Yoga Sutras, 1,2). Sin embargo, ya que la mayor parte de los tipos de meditación disponibles en la actualidad implican algún grado de concentración, el esfuerzo, el control, tienden a evitar por completo que la mente se asiente. El programa de Meditación Trascendental, por el contrario, es una técnica de no-hacer, no implica ningún tipo de intento, y así permite que el meditador se sumerja fácilmente dentro de si.
Pero, ¿puede una forma fácil, sin esfuerzo, de meditación ser la meditación “verdadera”, que conduce a la iluminación? Sí. Algunos han malinterpretado la simplicidad de la MT. El programa de la Meditación Trascendental es en realidad el renacimiento de la meditación en su forma pura y original. Es simple y fácil porque es natural, en plena concordancia con la naturaleza fundamental de la mente y el cuerpo. Ese es también el porqué de que sea tan eficiente. La naturaleza es siempre extremadamente eficiente. Por ejemplo, todo el movimiento en la naturaleza sigue el camino de menor acción o esfuerzo. De la misma manera, alguien que practique la técnica de la Meditación Trascendental sin esfuerzo se sumerge profundamente dentro de la mente.
El cultivo de este nivel superior de los ocho miembros del yoga nutre todo el árbol del yoga como ningún otro. Los practicantes de yoga que añaden la práctica de la Meditación Trascendental a su rutina diaria informan que añade una dimensión profundamente satisfactoria de silencio, consciencia y valoración de su práctica de asanas, y de la vida. El Samadhi es el principio y el ingrediente esencial de una práctica de yoga realmente feliz.